martes, julio 24, 2007

Oigaaaa... le das??

Atenti, chicas. En tiempos donde los sex symbols nacionales parecen haber desaparecido ante la avanzada de estereotipados al mejor estilo Robbie Williams, Brad Pitt, David Beckham o George Clooney, en nuestro jet set ha regresado un hombre que fue y es pasión de multitudes para las mujeres argentas que esperaban por un buen trozo de roast beef: estamos hablando del gran Hernán Caire, ni más, ni menos (ni menos otra vez).
El muchacho tiene un apetecible (?) currículum. Entre otras cosas, alguna vez volvió locas a las chiquillas de todo el país cuando era integrante de la troupe de Jugate Conmigo (junto al recordadísimo Eric Grimberg, entre otros), salió con Nazarena Vélez cuando era una tilinga cualquiera (no cambió mucho, a no ser por un par de siliconas) y participó en Brigada Cola junto a Guillermo Francella, Nico (hoy preso por falopearse y chorear motos) y el perro Bronco, en uno de los mejores programas que nuestra TV recuerde. Para UN CHORIPAN EN EL MALBA está considerado como el "Gael García Bernal de las pampas" y muchos han llegado a comparar sus características cejas con las de Jack Nicholson en "El resplandor", la genial película de Stanley Kubrick.
Pero la cuestión no termina aquí. Caire grabó dos discos absolutamente maravillosos, de esos que ni bien salieron a la venta ya estaban dentro de esa selecta lista, que tan pocos pueden alcanzar, denominada "discos bizarros". Conduce desde hace más de 5 años el programa Pasión de Sábado, donde la movida tropical toma vida propia a lo largo de 6 interminables horas de desfiles de grupos de cumbia, solitas, personajes, extras que hacen de público, y hasta del tipo de "Reggae Jeans" con sus modelos de "altísimo nivel".
Este año, Hernancito (confeso fanático de San Lorenzo) participó de la última versión de Gran Hermano Famosos, donde casi le manda fruta a Lisa, la ex cantante de Bandana. Si lo hacía, había que ponerle su nombre a una calle por esa tremenda demostración de valor. Y para culminarla, Caire tiene un sitio web ES-PEC-TA-CU-LAR que fue lo que me motivó a actualizar este blog después de varios meses. La dirección es http://www.hernancaire.com.ar/ y allí se pueden bajar todos sus hits, espiar su biografía privada, y... ¡Darle besos por todo el cuerpo!. Por todo esto y mucho más, Hernán Caire es nuestro Idolo Chorizo de la Semana.

miércoles, septiembre 06, 2006

Típicas discusiones que trae la convivencia y cómo evitarlas

Por Solange Levinton, exclusivo para UCHM Ilustración: Noelia Arata Se sabe, que en la vida de casado no todo es color de rosa. Según una encuesta publicada por las Naciones Unidas, el éxito del 43 por ciento de los matrimonios está basado en el sexo con seres de otra especie (Aliens, animales, insectos y pantuflas) y en el diálogo cotidiano. Pero hay veces que la vida conyugal nos supera y no sabemos cómo reaccionar.

Por eso, aquí nosotros te enumeramos cuáles son los problemas más habituales que suelen presentarse en cualquier pareja normal durante los primeros años de matrimonio y, lo más importante, cómo solucionarlos.

  • Problema. El tiene una clara afición por acompañar el centrifugado del lavarropas con un movimiento acompasado de caderas que saca lo peor de vos. No tiene ritmo, no se parece a ningún baile que pueda provenir de la especie humana y, claramente, no lo hace verse sexy.

Cómo lidiar con eso. Desde tiempos ancestrales se sabe que las babosas y los lavarropas son totalmente incompatibles. No hubo quién lograse jamás reunir a estos dos milenarios elementos en un mismo sitio. Por eso, si ya probaste con gritos desmedidos, golpes brutales, música a volúmenes inéditos y sangre de vaca rociada por encima del lavarropas, es momento de tomar medidas drásticas. Comprá 1600 babosas e introdúcelas en el tambor del lavarropas. Préndelo. Si después de eso tu marido sigue con intenciones de acompañar el sonido del centrifugado con su pelvis, lamento comunicarte que estamos en presencia de un problema: vives junto a un pedófilo.

  • Problema. Todas las mañanas, al despertarse, comienza con su típico ritual “por la fauna vivo y por la fauna soy”, que aprendió durante un veraneo en las Toninas: sonidos guturales, acompañados por un disfraz de colibrí y la ceremonia del desflore: tirar rabanitos trozados por el balcón al grito –siempre intercalado por sonidos guturales- de: “Soy una flor en crecimiento, soy una flooor”.

Cómo lidiar con eso. En este caso puntual es necesario que asumas que, mal que te pese, estamos en presencia de un indiscutible PELOTUDO. Si ya te casaste con él y quieres intentar revertir este suplicio, las opciones que podemos ofrecerte son la ya conocida lobotomía casera (con un fósforo y cáscara de patatas), electrochoques con el magic clic o introducirle once pares de pantuflas en el ojo.

  • Problema. De un día para el otro, sin comerla ni beberla, sin anuncio previo ni consulta, el muy miserable decidió que el iba a pasar el resto de sus días disfrazado de Teletubbie. De golpe, el pedazo de inútil se apareció en casa vestido de Tinky Winky, con un estúpido traje violeta que triplica las dimensiones de cualquier homo sapiens que puebla nuestro bendito mundo. Conversar con él se vuelve una empresa inútil porque de su boca sólo salen expresiones como “Hooaa” o “Abazooooo”. Ni que hablar del sexo: se trasformó en una tarea sólo digna de Quijotes. Cualquier pose resulta irrealizable porque el muy cretino se niega a “defraudar a su yo” y quitarse el disfraz. Tus amigas ya no te hablan porque temen que estén metidos en una secta y los vecinos realizan a diario denuncias a la Policía acusándolos de regentear una casa de prostitución infantil.

Cómo lidiar con ello. Es claro que tu marido tiene una patología y debes ayudarlo. En momentos como este recuerda las palabras que el cura pronunció en la Iglesia el día en que contrajeron Santo Matrimonio y procura darle todo tu apoyo. El primer paso es quitarle el traje y encerrarlo en el baño con una jauría de perros hambrientos y con sed muerte. Lo importante aquí es que mientras los canes justicieros dan un correctivo a tu queridísimo esposo, hagas sonar de fondo la música de los Teletubbies. Si logras rescatarlo antes de que los perros acaben con la totalidad de sus órganos vitales… ¡¡albricias!! ¡Lo habrás salvado de su enfermedad!

  • Problema. Fue al Zoológico y volvió con un cachorro de jirafa que, según la versión de tu marido, era linyera y estaba mendigando en la calle. Ahora pretende que lo adopten en tu casa y lo llamen Susi.

Cómo lidiar con eso. Se sabe que las jirafas son animales traicioneros con cuellos sospechosamente largos. Cualquier intento por “perderla” en el incinerador, “guardarla” en una bolsa de residuos o “abrigarla” en el horno resultará completamente inútil. Por eso, es importante aquí apelar a la psicología. Es obvio que si tu marido llevó una mini jirafa a tu casa es porque está pidiendo a gritos un hijo. Embarázate y lleva a la jirafa al zoo más cercano.

  • Problema. Llegás un día a casa de trabajar y a el se le ocurrió “remodelar” el living. No entendés cómo, pero se las ingenió para cambiar la mesa ratona por un vagón de subte viejo, las sillas por caparazones vacíos de mulitas muertas, el jarrón de la abuela que provenía de la Dinastía Ming es ahora un tubo de papel maché fosforescente e, inexplicablemente, hay un Are Krishna sentado a modo de perchero entre la puerta de entrada y el paragüero empapelado con la cara de Alfonsín y la inscripción “Volveremos”.

Cómo lidiar con eso. Ok, todo tiene un límite. Vos venís soportando que se junte a jugar al Badminton 3 veces por semana con los chicos de 16 años que conoció en el campeonato de TEG. Podés hacer oídos sordos a que le guste “acariciarse” los pies con el cepillo de dientes cuando nadie lo mira, porque le hace recordar a su tía Mimí. Inclusive podés coexistir con el hecho de que en la intimidad haga que le digas “He Man” porque se siente más viril y más hombre. Pero todo tiene un límite. En este caso no hay tiempo para advertencias, porque eso implicaría sumar al tétrico paisaje casero un Carrusel en el cuarto de estar y un mono Tití explotado que está entrenado para planchar camisas ininterrumpidamente. Ok. Conserva el mono, sal de la casa y activa una bomba en el edificio. De esta manera, el comprenderá eso que profetiza el viejo dicho de “al mal gusto, bomba en edificio”. Chicos! Mejoren el diálogo… claramente, el sólo quería mudarse y no se atrevía a decírtelo!!!

miércoles, junio 14, 2006

Hola Pianola, Hola Bondiola

Bienvenidos (o no tanto, uno nunca sabe quien es el que puede llegar a leer) a esto que pretende ser un humilde y pedorro blog. Para comenzar, primero debo aprender a lidiar con muchas innovaciones y opciones informáticas . Reconozco que esto es mucho más complicado de lo que creía, y uno tan acostumbrado a la simplicidad operatoria que ofrecen nuestros amigos de fotolog. Y para colmo soy un perfecto imbécil con estas cosas. De modo que supongo que esto llevará más tiempo de lo esperado. Así que, por favor, sean tan amables de no romper las pelotas. El próximo post traerá alguna idea potable. Y si no, pueden comprarse una linda tortuga, ponerle una correa y dejar que ella los lleve despacito, muy despacito, a la mierda. Ante tanta tecnología junta, mientras tanto, seguiré más perdido que un choripán en el Malba...